Prepararnos para la transición deportiva

mente fuerte

Prepararnos para la transición deportiva

transición-vida-deportiva

El cambio no es el fin del camino, es parte de él

Es imprescindibles prepararnos para la transición deportiva. La vida del deportista de élite como la de cualquier persona, está marcada por los cambios que vienen determinados por las decisiones que se van tomando en cada momento. Toda transición se refiere a ese periodo en el que pasamos a un estado o situación distinta de la que teníamos, y que conlleva riesgo y preparar el cambio. Cuando nos embarcamos en algo probablemente desconocido. Prepararnos para la transición deportiva supone:

  • Lidiar con la incertidumbre ya que nunca podremos definir el futuro con exactitud.
  • Aliarnos con la ilusión de emprender un proyecto nuevo, en el que por supuesto somos protagonistas.
  • Trolear al miedo para abrir nuevas, numerosas y variadas posibilidades.

¿Cómo afrontar los procesos de cambio en la dedicación al deporte?

Siempre será favorable contar con asesoramiento individualizado que tenga en cuenta nuestras vivencias y circunstancias personales. Algunas recomendaciones generales teniendo en cuenta las diferentes salidas:

Comenzar o continuar nuestra carrera en alto rendimiento deportivo

Si así lo has decidido, ¡ánimo!. Toca planificar una buena temporada para aprovechar al máximo un año más. Que no se convierta en un hábito rutinario. Esta temporada habrá que trabajar para ser mejores que el año pasado y luchar por metas más altas.

Decidir seguir a medias, a ver qué pasa

Puede suponer en algunos casos un paso intermedio, no nos bajamos del carro pero…ya vamos buscando otras alternativas. Quizá incluso hasta podemos acceder a alguna competición atractiva este año. Aquí hay que estar atentos a nuestros pensamientos y a cómo vivimos el deporte, algo así como “nuestra relación con él”.

Probablemente estemos intentando evitar precisamente tomar la decisión definitiva. Intentamos pensar de otro modo, lo que parecen amenazas o cabos sueltos (cambiar de rutina, buscar otros ámbitos de dedicación, etc.) pueden convertirse en oportunidades. Elegimos esta opción porque lo que realmente buscamos es cambiar de prioridades. Que otras actividades como pueden ser estudios, empleo o pasar tiempo con la familia, pasen a un primer plano. Si es así,  ¡adelante! un paso al frente. Tendremos que aprender a convivir con la idea de que ya no existe “lo único importante” sino que en cada momento decidiremos qué es “lo más importante”.

Puede haber un paso intermedio antes de que la etapa de prioridad deportiva concluya. Pero debemos saber cambiar y ajustar nuestro rol. Saber que tenemos que construir otra realidad en la que explorar nuevas oportunidades que nos motiven y nos ayuden a seguir desarrollándonos.

Salir del alto rendimiento o cambiar drásticamente el grado de dedicación al deporte

Puede ser un duro golpe, ¿y ahora qué? Siempre hemos hablado en términos como: “SOY deportista”, “me apasiona MI deporte, no sabría vivir sin ello”, “SOY campeón/a de España, de Europa, del Mundo…” Nos identifica tanto, que estamos renunciando a algo importante de nuestra vida, a veces parece que de nosotros mismos, y aquí está el error.

Debemos construir nuestra imagen sabiendo que somos valiosos y valorados como personas. Por lo que hemos desarrollado para ser mejores. Entender cómo el deporte forma parte de nuestra historia y nos acompañará a lo largo de la vida en forma de experiencia, de valores y fortalezas aprendidas. Distinguir lo que soy de lo que he conseguido, ¿quién sabe todo lo que te queda por conseguir? Aunque no sea en el contexto deportivo ¿cuántos campos quedan por explorar?.

La rutina nos lo pondrá difícil porque la que teníamos ya no nos servirá y nos veremos apurados buscando nuevos retos. Sin embargo, ¡no hay prisa! Date tiempo y confianza, comienza a moverte poco a poco por aquellos ámbitos que te interesen. Disponte a que las oportunidades vayan dejándose ver para poder tomar nuevas direcciones.

Si eres más proactivo piensa en cuáles eran los proyectos que aparcabas mientras competías al más alto nivel y no tenías tiempo para ellos. Seguro que dejaste cosas por hacer, es el momento de retomar propósitos pendientes.

“Sabemos lo que somos, pero no lo que podemos llegar a ser” (W. Shakespeare)

En cualquier caso la clave estará en mantener una armonía entre todas las áreas de nuestra vida que queremos desarrollar. Un equilibrio basado en empeñar más esfuerzo en aquello que es prioritario y compaginarlo con otras actividades que nos aportarán un valor añadido a nuestro día a día. El deporte con seguridad seguirá siendo una de ellas.

En primera persona… “Tenía 24 años en aquel momento y nunca me había imaginado que pudiera ser tan bueno en otra cosa, probablemente porque nunca había dedicado mucho tiempo o atención a nada más”  (T. Orlick, 2004).



Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies